REFLEXIONES NECESARIAS.
Día a día los seres humanos nos avocamos a la realización de actividades en beneficio propio o de los demás, nos trazamos objetivos a corto, mediano o a largo plazo; lo cierto es que vivimos parametrados a un ritmo de vida que se torna en algunos casos rutinarios y tediosos, pero ante tanta situación embarazosa debemos de darnos una tregua para autoanalizarnos y autoconocernos, la idea de repente resulta insustancial, pero desde mi modesto punto de vista es necesario hacer un análisis de nuestro yo, que nos permita emitir un diagnóstico de nuestra personalidad, en donde encontraremos fortalezas y debilidades, y una serie de aptitudes que desconocemos debido a la monotonía que nos absorbe, convirtiéndonos en presas de nosotros mismos. Pero no siempre la guerra es vitalicia, va a existir un alto o un cese al fuego, y cuando éste se dé debemos de tomar conciencia de nuestras acciones. ¿Realmente cumplimos nuestro papel que nos tocó desempeñar? ¿lo hacemos a cabalidad?, de repente estas preguntas nos inviten a la meditación y al análisis de nuestra estructura como un todo (biopsicosocial), pero es desde allí donde debemos de empezar a conocernos, emitiendo un juicio de lo que realmente pensamos de nuestra persona, independientemente del estatus en el que nos encontremos; si al fin al cabo todos somos seres humanos, porque antes de ser estudiantes, profesionales, autoridades, desempleados, ricos, pobres, etc, somos seres humanos, ¡siii! ¡la mejor creación del Todopoderoso!; pero ahora se deriva otra interrogante ¿cómo se encuentra la mejor creación de Dios? lamentablemente inmerso en una sociedad corrupta, producto de antivalores que se encuentran regados en casi todas las esferas sociales, deplorable tener que decir esto, pero es nuestra cruda realidad. Sin embargo, todos debemos de comprometernos a cambiar el mundo en el que vivimos, siendo la respuesta: cambiando nosotros mismos, porque si empezamos por ello, y nos dedicamos a hacerlo, otro será el aire que respiremos.¡Liberémonos de las presiones y de las malas acciones!, ¡seamos nosotros mismos: hombres diáfanos, filántropos, y sobre todo libres, y sepamos cumplir nuestros objetivos planteados!. Sólo queda el gran reto de asumir nuestra responsabilidad para dejar a las generaciones venideras un ambiente saludable en todos sus aspectos. ¡hagámoslo desde ahora!.
Extraído del Boletín Ciudadano Mochicanull
Extraído del Boletín Ciudadano Mochicanull
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